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MEZQUITA BIBI KHANUM

Edificio religioso
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Samarcanda, Uzbekistán
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2024
Recomendado
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Para el viajero que llega en coche desde Taskent, la enorme cúpula azul de Bibi Khanum elevándose detrás de la multitud compacta y colorida que se dirige al mercado es una de las primeras imágenes de la Samarcanda timúrida. Fue en 1399, tras regresar de una campaña en la India, donde sus tropas habían prendido fuego a los templos de los infieles zoroastrianos e hindúes, cuando Tamerlán decidió construir la mezquita Masjid-i-Jami, ahora conocida como Bibi Khanum, hija del emperador de China y la mujer favorita de Tamerlán. Los mejores arquitectos y artesanos de Jorasán, Azerbaiyán o la India se pusieron a construir la que sería la mezquita más grande de Asia Central. Se eligió la mejor ubicación de la capital y Tamerlán colocó la primera piedra el día más adecuado, el cuarto día del Ramadán 801 (10 de mayo de 1399). Noventa y cinco elefantes, que Tamerlán había traído de sus conquistas en Indostán, trasladaban los enormes bloques de piedra necesarios para su construcción. Según Cherif id Din, había «cuatrocientos ochenta bloques de cinco metros de altura». Confiando a sus colaboradores más leales la supervisión del grandioso proyecto, Tamerlán partió para nuevas conquistas en Asia Menor y no regresó a Samarcanda hasta julio de 1404. Las versiones difieren en cuanto a cómo se desarrolla el resto de la historia. Según Ruy González de Clavijo, embajador castellano y observador entusiasta que visitó Samarcanda en agosto de 1404, la primera esposa de Tamerlán se llamaba Cano. Era hija de Chiacao, emperador de la provincia de Samarcanda y antiguo rey de Persia y Damasco. La mezquita se construyó en honor de la madre de Cano. Clavijo cuenta como, a su regreso de Asia Menor, Tamerlán encontró la puerta demasiado baja y la hizo demoler y reconstruir. Los trabajadores, que se turnaban día y noche, eran tratados con bastante dureza. A los que trabajaban en los pozos se les tiraba la carne como a los perros, a veces añadiendo unas monedas para que pudieran continuar su duro trabajo sin descanso. Según el historiador Sharaf ad-Din, a su regreso en 1404, Tamerlán se enfureció porque Bibi Khanum, que iba a ser una de sus principales mujeres, había hecho construir una madrasa y un mausoleo para sí misma justo enfrente de la mezquita. Como demostraron las excavaciones arqueológicas posteriores, la furia de Tamerlán pudo deberse al hecho de que la puerta de la madrasa no se había construido en paralelo a la de la mezquita. Cualquiera que sea la verdadera razón de la ira del Emir de Hierro, hay leyendas para todo lo que se relacione con él, y en este caso se cuenta la siguiente historia: mientras Tamerlán luchaba lejos de sus tierras, Bibi Khanum decidió sorprenderlo erigiendo la mezquita más alta jamás construida. Ella misma supervisaba los trabajos y anhelaba que se completaran antes del regreso de su marido. Cuando pidió al arquitecto que se apresurara, finalmente este le pidió darle un beso a cambio de la promesa de terminar la obra a tiempo. El beso, aunque fue dado a través de la mano, fue tan cálido y ardiente que Bibi Khanum aún tenía una marca en la mejilla cuando regresó su marido y emperador. Este se ofendió tanto por el chupetón que ni siquiera se fijó en la gigantesca mezquita. Preso de una furia loca, ordenó a sus soldados que apresaran al arquitecto, quien se subió a la cima de uno de los minaretes y voló para siempre a Persia. Bibi Khanum fue lanzada desde otro minarete, y Tamerlán ordenó que en su imperio todas las mujeres usaran un velo para que sus rostros no tentaran más a los hombres mientras sus maridos estuvieran en la guerra.
En el momento de su construcción, el complejo contaba con cuatro galerías de mármol pavimentadas, cubiertas con 400 cúpulas y soportadas por 400 columnas de mármol que rodeaban un enorme patio interior de 130 x 102 metros. A ambos lados de la puerta de entrada, de 35 m de altura, y de la puerta de 40 metros de altura de la gran sala de oración, había dos minaretes de 50 metros de altura. Otros cuatro minaretes estaban situados en cada esquina exterior del patio. Al norte y al sur, dos mezquitas más pequeñas, cada una adornada con una cúpula colocada sobre un tambor cilíndrico lujosamente decorado, miraban hacia el centro del patio, donde descansaba el Corán de Osman sobre un atril de mármol: el segundo Corán más grande del islam, que data del siglo VII y que Tamerlán trajo de Damasco. Se dice que las suras estaban escritas en caracteres tan grandes que los imanes podían leerlas desde la parte superior de la columnata. Y también se dice que tan pronto como fue terminada, la mezquita ya comenzaba a deteriorarse. Las prisas de los arquitectos fueron probablemente las responsables, y los terremotos, uno de los cuales tuvo su epicentro en el centro mismo de la mezquita, hicieron el resto. En 1868 los proyectiles rusos dañaron la gran cúpula de la mezquita. Armin Vambery, el falso derviche que logró visitar Samarcanda cinco años antes, en 1863, describió un monumento ya muy dañado que servía de garaje para los carros de alquiler que conectaban Kokand con Qarshi.


Opiniones de los miembros sobre MEZQUITA BIBI KHANUM

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Visitado en mayo 2023
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Impressionnant
Mosquée imposante, on se sent toute petite à côté, on en perd les mots et on pourrait y rester des heures
fute_921683
Visitado en septiembre 2019
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Mon endroit préféré
C’est mon endroit préféré à Samarkand. Vraiment très beau ... à ne pas louper
Visitado en abril 2018
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La mosquée de Bibi Khanum est située au centre de Samarkand, incontournable pour la visite, il faut si possible y aller le matin et en fin d'après-midi, le soleil éclaire les choses différemment. Ensuite, laissez-vous dériver sur le piétonnier. Profitez aussi de l’hôtel du même nom, juste à coté.
HAS
HAS
Visitado en octubre 2017
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Ensemble architectural fermé remarquable, avec dans la cour en son centre ce magnifique lutrin en pierre. Une visite très intéressante des deux mosquées et du bâtiment du fond qui possède une coupole de terre cuite vernissée admirable.
muléo
Visitado en mayo 2017
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la mosquée Bibi Khanum est un monument très impressionnant, et bien qu'il soit très dégradé il possède un charme certain.
certaines parties sont toujours interdites car ne réfection
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