Muy local
Al igual que sus primas de Guadalupe y Martinica, la cocinera dominicana utiliza mucho arroz, lentejas y verduras del campo, ñame y mandioca, servidos con pescado o pollo a la parrilla. El cangrejo relleno, la sopa de calalou (un tipo de espinaca) y las frutas tropicales (guayaba, piña, mango, plátano, coco, papaya, guanábana, carambola, etc.) están omnipresentes en la cocina dominicana. Las influencias inglesas siguen presentes, como en el buljow (pez volador servido con buñuelos de pan). Contrariamente a su nombre, el pollo de montaña es un plato a base de ancas de rana fritas o salteadas, que solía ser el plato estrella de la isla. Su consumo está prohibido desde hace varios años, tras el brote de una enfermedad que provocó la práctica desaparición de esta especie ahora protegida. Atrás quedaron los tiempos en que los mismos platos podían encontrarse en todos los menús. El calalou (un tipo de espinaca) se considera ahora el plato nacional de la isla, en sustitución del pollo de montaña . Algunos restaurantes típicos también sirven agutí (un roedor de gran tamaño).
Los sándwiches club, el pescado a la plancha, el pollo al coco, las brochetas de pollo, las gambas (conocidas como "kebbab"), los buñuelos, las hamburguesas, las sopas y los wraps son muy populares, pero también hay muchos restaurantes de diversas categorías que ofrecen una amplia gama de platos. Aunque la cocina de algunos restaurantes sigue siendo muy anglosajona (con mucho fish & chips, donuts, etc.), su calidad ha cambiado considerablemente en los últimos años. Cada vez más restaurantes se centran en una cocina sana, local o incluso vegana, similar a la dieta Ital practicada por la comunidad rasta.
Se puede beber agua de coco natural o embotellada (que puede tener un efecto laxante en algunas personas), cerveza local Kubuli y rones (Macouchery, Soca y D-Special).
En consonancia con su imagen de "isla natural", Dominica ha prohibido el uso de envases de plástico y poliestireno de un solo uso (vasos, pajitas, cubiertos, etc.) desde 2019. Uno de los objetivos de eliminar estos plásticos es proteger a los mamíferos marinos que buscan refugio en aguas dominicanas.