IGLESIA ABACIAL DE ENTREMONT
Cómo llegar y contactar
La iglesia alberga numerosos tesoros y misterios, y la decoración de su fachada anuncia su poder e influencia.
Vista desde lejos, replegada sobre un pequeño promontorio, la iglesia abacial de Notre-Dame-de-Tous-les-Saints parece modesta. Después, el visitante descubre la decoración de su fachada, que revela todo el poder que esta iglesia y su abadía pudieron tener en el pasado. Una iglesia que alberga numerosos tesoros y misterios, el primero de los cuales es un curioso hierro incrustado en la madera de la puerta de entrada... Para descubrir el interior, aún más magnífico, siga la visita guiada por un guía del patrimonio de Savoie-Mont-Blanc que hará retroceder en el tiempo a grandes y pequeños con un entusiasmo contagioso. A principios del siglo XII, los canónigos se instalaron en Entremont, estableciendo un priorato basado en la regla de San Agustín. El emplazamiento era muy estratégico, ya que el Borne marcaba la frontera entre los territorios de los condes de Ginebra y los señores de Faucigny, y el lugar controlaba el acceso entre el valle del Arve y los montes Aravis. Por esta razón, los condes de Ginebra, opuestos a los señores de Faucigny, contribuyeron en gran medida al desarrollo de la abadía, que se convirtió en señorío en 1225. A finales del siglo XVII, el abad Marc-Antoine de Granery, que restauró los edificios, dio nueva vida a la iglesia, que fue secularizada en 1772 y desapareció en 1776. En la actualidad, los edificios conventuales -separados de la iglesia abacial- se utilizan como alojamiento y albergan un pequeño Museo de la Edad Media, que relata la vida de los monjes.
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Opiniones de los miembros sobre IGLESIA ABACIAL DE ENTREMONT
