comer barato en un chalet de estilo saboyano con paneles
Una decoración típica chalé saboyano con paneles, sillas y mesas de madera, un grupo de amigos alrededor de una fondue y la decoración de los bronceados hacen esquí. El ambiente es relajado, no hay florituras porque todo el mundo viene por una sola cosa: comer a la buena muta, relajarse y todo sin arruinarse. Las tarifas son hiperasequibles en vista de la cantidad de platos propuestos. El pequeño: las hottes hiperpotentes que nos evitan fufugarse en dos tiempos, tres movimientos sin ser demasiado ruidosos; ¡viva la tecnología! Lo que es aún más importante cuando se especializa en la brasa, plato saboyano que consiste en hacer que finalicen finas lonjas de carne. Aquí podrás elegir entre la braserade mixta (buey, cordero, cerdo, tocino, hígado, chipolata y aves de corral), la carne de ternera, la de cordero, la de ternera y la de aves de corral. Los amantes de la caza también se llenarán con la brasa con jabalí y el gran venero. Todo ello acompañado de seis salsas diferentes. Aviso a los apetitos: la carne y sus acompañaciones (patatas con vestido de los campos, ensaladas y verduras crudas) se sirven a voluntad.