Los mejores restaurantes Costa Del Mar Negro

Situado en la parte moderna de Nesebar, el White Rose es una pequeña joya gastronómica que no pasa desapercibido a causa de sus brillantes luces de neón. Se recomienda reservar con antelación. El restaurante ofrece cocina búlgara y europea, hábilmente preparada, sin exageraciones, además de una amplia selección de bebidas y cócteles (con o sin alcohol). Tienen una buena carta de vinos (pida consejo). Puede venir a cualquier hora del día para tomar un café. Buena relación calidad-precio. La comida es de calidad, disponen de un bonito mobiliario, todo en madera y blanco, y el personal es muy agradable.

Un grandioso complejo al que se accede por una majestuosa escalera que desciende desde la ciudad hasta la playa. Aunque la terraza está casi en la arena, no parece un restaurante de playa, el ambiente es muy elegante. Así que no venga en bañador. En Neptun, los precios son asequibles y la comida es buena. Los platos se centran principalmente en el marisco y se presentan con mucha elegancia. La carta de vinos es variada; pida consejo. Ambiente tranquilo, servicio refinado y amable. Abierto todo el día, el Neptun también ofrece desayunos.

En la pequeña callejuela que baja del Museo Etnográfico, Chuchurite le da la bienvenida en un ambiente tradicional pero moderno, construido en ladrillo y madera. Sirven una excelente cocina búlgara, con bonitos platos y apetitosa presentación. Tienen una gran carta de vinos (locales e internacionales) y postres sabrosos. No le encontrará ni una pega. Los precios son razonables y es innegablemente uno de los mejores sitios para comer de la ciudad, con el añadido de un ambiente cálido y música tradicional por la noche. El servicio es impecable.

Cuando se siente en la gran terraza del restaurante Emona, situada en un saliente sobre el mar, tendrá la impresión de estar en la proa de un barco. ¡Es espléndido! Este restaurante es ideal para almorzar o para venir a ver la puesta de sol mientras se toma una copa. Los platos tienen sabores mediterráneos: ensaladas frescas, pescado al natural o frito, verduras en aceite de oliva, etc. La carta de vinos es variada, pida consejo sobre la elección del mejor caldo (normalmente un blanco), y no se olvide de rematar con un buen postre. El servicio es impecable y atento.

El restaurante del hotel Bulair es elegante y su cocina es de gran calidad. En una elegante decoración de bistró, se pueden comer platos búlgaros y europeos, presentados con elegancia y en porciones generosas. La carta de vinos es variada, pida consejo y no dude en optar por un vino búlgaro. Un buen ambiente donde no solo vienen los huéspedes del hotel. En verano, el restaurante se instala en la terraza y es mucho más agradable. El servicio es correcto.

Un establecimiento popular situado en la zona trasera de Sunny Beach, más tranquila que el lado de la playa. Aquí no encontrará ganchos. Los que esperan ante la puerta son los clientes habituales del lugar. Se come en una sala enorme, de techos altos y acogedora, con lámparas de araña, ramos de flores y pantallas gigantes. La carta es larga, los vinos búlgaros muy recomendables, el ambiente agradable y el servicio elegante. Pida un pescado entero, el maître se lo fileteará delante suyo. ¡Qué clase! Reserve un hueco para el postre. Es un restaurante excelente.

El lugar hace honor a su nombre, así que el restaurante ofrece una hermosa vista panorámica del mar Negro. Es un establecimiento refinado. La cocina y el servicio son de excelente calidad. En el menú, los platos se basan principalmente en productos del mar, con un pescado bien fresco. La carta de vinos está bastante bien (el vino blanco en particular combina perfectamente con los platos de la casa). Los postres son apetitosos también. El ambiente es agradable y la clientela variada. Recuerde reservar en verano, de lo contrario no conseguirá mesa. Es una buena opción en Varna.

El pescado y el marisco de Ethno es fresco y está perfectamente preparado (¡especialmente los calamares!). Y para los que no les guste el pescado, tienen carne asada o verduras cocidas. En todos los platos se siente la influencia de Grecia y del Mediterráneo en general. Se trata de un pequeño restaurante con encanto, con un ambiente relajado y acogedor. Los postres están deliciosos y tienen una variada carta de vinos para que escoja uno que maride a la perfección con su plato. El servicio es amable, atento y sirven lo más rápido posible, dependiendo de la afluencia. El ambiente es muy agradable.

Esta cadena de comida rápida, que empezó en Varna, ha conquistado rápidamente toda Bulgaria. Este nuevo restaurante, el tercero de la ciudad, está situado frente al hotel Cherno More, en el cruce de dos calles peatonales. En un ambiente de estilo estadounidense, ofrece una amplia gama de grandes ensaladas, carnes a la parrilla y especialidades de pollo, y ahora también sushi. El servicio es bastante eficiente, dependiendo de lo concurrido que esté el establecimiento. El ambiente es agradable. Los otros dos restaurantes Happy Grill se encuentran en las afueras de la ciudad y en el puerto.

En verano, dispone de una bonita terraza frente al puerto, y en invierno todo pasa en una pequeña sala de piedra y mesas de madera. El restaurante sirve una excelente cocina: tortilla kavarma, ensalada chopska y carne asada con patatas fritas. Platos simples pero deliciosos. Las porciones son generosas y el ambiente amigable, aún más agradable por la noche cuando suena una música tradicional de fondo. Servicio de calidad, sonriente y disponible. Los platos no son demasiado caros. El Bistro Aquamarin es una buena opción en Nesebar. ¿Y ya he mencionado las vistas?

Esta taberna-restaurante está situada en la costa norte de la península. Tiene una terraza ubicada en un patio sombreado con vistas al mar. En invierno, se puede refugiar junto al fuego en una pequeña habitación redonda decorada de forma tradicional, cuyas estrechas ventanas dan la impresión de estar en un camarote de barco. Los platos que se ofrecen son de cocina tradicional, principalmente marisco, servidos en generosas porciones. Todo es excelente y las vistas que mencionábamos al principio hacen que la comida sea aún más deliciosa.

Sin duda uno de los lugares más bellos de Sunny Beach. El restaurante está situado en la parte alta de la ciudad, con unas vistas impresionantes. El menú ofrece una refinada cocina búlgara y occidental. Los precios son más altos que en la mayoría de los restaurantes del lugar, pero merece la pena. En verano, el restaurante ofrece un espectáculo increíble (bailes, acrobacias...). Hay que reservar con antelación, ya que el lugar es muy popular. Servicio y acogida impecables, ambiente agradable.

Este restaurante, especializado en marisco, pero sobre todo en mejillones, es muy conocido. Se trata de una antigua casa de pescadores que se rehabilitó cuando aparecieron las mejilloneras en el puerto en la década de 1990. Ofrecen mejillones y pescados cocinados de muchas maneras diferentes. Otros restaurantes de al lado intentan competir con él, pero sigue siendo el mejor, el más original y el primero de su clase. Merece la pena probarlo. Está cerca del hotel Akré.

Este es el nuevo restaurante con clase del hotel de diseño Graffiti. Ha tomado el relevo del Graffiti Café y tiene una decoración realmente atrevida, con colores llamativos, y no solo el rojo. Se trata de un lugar muy bonito, cálido, elegante, acogedor y confortable donde le atienderán durante todo el día con estilo y delicadeza. Empiezan sirviendo el desayuno, luego un menú a mediodía lleno de propuestas frescas de inspiración búlgara y acaban con platos de categoría por la noche. Destacan los vinos búlgaros en los tres colores.

Esta cadena de comida rápida tipo cantina es muy conocida en Bulgaria (también existe en otras ciudades, como Sofía) y tiene el mérito de servir únicamente cocina tradicional búlgara a buen precio. La calidad no siempre está a la altura y los platos raramente están muy calientes, pero los precios desafían toda competencia. Así que es el lugar al que acudir si se busca comida rápida búlgara, aunque no espere que sus papilas gustativas se maravillen. Sin embargo, el servicio es bueno, el ambiente es jovial y la decoración llamativa. ¿Por qué no probarlo?

Es el restaurante del Grand Hotel London, un excelente establecimiento con un ambiente elegante e íntimo de estilo Belle Époque, al igual que el hotel que lo alberga. El Musala sirve una excelente cocina bajo la dirección del chef Velin Velikov, que mezcla la cocina francesa y la búlgara. Una delicia para el paladar desde el mismo momento en que llegan los platos, maravillosamente presentados. Es ciertamente uno de los establecimientos señeros de la escena gastronómica de Varna. A esto hay que añadir un servicio profesional, un ambiente acogedor y una buena carta de vinos.

Este restaurante en primera línea de playa tiene la ventaja de estar abierto todo el año. Ya lo habrá adivinado por su nombre, se trata de un edificio totalmente blanco. En la planta baja, este encantador establecimiento con ventanales abiertos al mar sirve pescado y especialidades búlgaras, que se pueden disfrutar de la terraza. Los platos son frescos y están bien preparados. Los amantes del sushi estarán encantados. El servicio es impecable y el ambiente tranquilo. Disponen de buenos vinos en la carta y dan buenos consejos. La casa blanca también alberga un hotel con spa.

Una joya de restaurante en la playa, o más bien en la orilla, que dispone de terraza y está instalado en un edificio de madera. Adornado con muy buen gusto, con plantas verdes y árboles en macetas, cuenta con unas magníficas vistas al mar. Se puede comer pescado capturado por los pescadores locales y platos mediterráneos, con los ojos puestos en el mar y el aire tonificante del rocío marino. Sirven mejillones cocinados de mil maneras, pescado frito, sopas frías o calientes, ensaladas frescas, patatas fritas con mayonesa, pescado a la plancha, etc.

Después de instalarse en Nesebar, Tony Gigi abrió un nuevo establecimiento en marzo de 2023 en Burgas: un comedor gastronómico y dos salas de diseño de gran éxito. El jazmín llena la atmósfera con su fragancia, las bandejas rebosan frutas, las cerámicas que adornan uno de los muros son magníficas, al igual que los platos, ¡qué ambientación! Las gambas vienen acompañadas de especias tailandesas, las brochetas de pollo vienen presentadas con elegancia, las sopas se sirven en dos tiempos, primero la base y luego se vierte el líquido... Magnífico carpaccio de pulpo, rodajas de rábano, láminas de trufa y parmesano, huevas de lumpo. El servicio es elegante.

Situado en la última planta del hotel Bulgaria, este restaurante goza de unas vistas excepcionales de la ciudad y el mar. Esta ya es una excelente razón para venir aquí. Pero hay más: el menú es variado y los platos son sabrosos, todo ello en un entorno elegante. Los precios son superiores a la media (las vistas tienen algo que ver en el asunto), pero siguen siendo razonables. Tienen una buena carta de vinos y postres. El servicio es correcto y el ambiente tranquilo. La clientela es principalmente del hotel, pero también tienen sus parroquianos.