Diversión y salidas Sud

En una de las principales calles comerciales de Karlova, Anna Edasi da la bienvenida a los sedientos y hambrientos que pasan por el barrio. Anna es, de hecho, la bisabuela de Birjo Urbas, el propietario, y es cierto que dentro te sientes un poco como en casa de la abuela, con sus muebles antiguos, sus cortinas y manteles de flores y su vajilla con motivos de rosas. Puedes saciar tu hambre con una sopa, una tortilla, una ensalada o un pastel, ¡y todo casero! También puede parar a tomar un café o una limonada en un ambiente relajado.

Justo enfrente del edificio principal de la universidad, esta encantadora cafetería es tanto un lugar para que los estudiantes trabajen con sus portátiles como para que los viejos profesores vestidos de tweed preparen sus clases. La gente viene aquí a desayunar y a cenar, a tonificarse por la mañana con un café, a tomar una buena sopa a la hora de comer, a tomar una copa después de las clases, pero donde el Werner brilla es en su repostería, que hará babear hasta al menos goloso, pero ojo, como suele ocurrir en los países bálticos, son un poco demasiado dulces.