Qué ver y hacer Asunción

La antigua estación de Asunción alberga hoy un pequeño museo sobre la historia del transporte ferroviario en Paraguay. Paraguay fue uno de los primeros países de América Latina en construir un ferrocarril de pasajeros. Fue a mediados del siglo ^XIX, en la época de las grandes obras emprendidas por el Presidente Carlos Antonio López, y más tarde por su hijo Francisco Solano López. La estación se inauguró en 1861. Un tren unía Asunción con Trinidad (actual Jardín Botánico), luego con Luque, y más tarde con Areguá (1862) y Paraguari (1864), justo antes del estallido de la Guerra de la Triple Alianza. Reabierto en la década de 1880, el tren unió Asunción con Villarica en 1886, y luego con Encarnación a partir de 1913, con una conexión al sistema ferroviario argentino que llevaba a Buenos Aires. El tren funcionó hasta 1999, y luego sólo con fines turísticos entre 2004 y 2009, entre Trinidad y Areguá. El tren turístico podría volver a funcionar en los próximos años, pero no hay nada muy seguro... El museo expone diversos objetos relacionados con el servicio ferroviario, entre ellos un telégrafo. Se puede subir a bordo de la primera locomotora de vapor del país, importada de Inglaterra, y pasear por los vagones, que se conservan en su estado original. Es una visita bastante rápida pero interesante, y el precio de la entrada es modesto. El edificio de la estación tiene dos torres neogóticas y una galería con vistas a la plaza Uruguaya. La visita dura unos veinte minutos.

El Mercado 4 es el más famoso de la capital. Con su laberinto de pasillos bordeados por decenas de empujadores con carretillas sobrecargadas, se extiende a lo largo de varias cuadras entre las avenidas Perú, Peterossi y Dr. Francia. Es un mercado lleno de olores y colores. Los puestos se agrupan por tipo de producto: frutas y verduras, yuyos, pescado, artículos de cuero, teléfonos, ropa de lana (en la "Feria de los Bolivianos"), etc. ¿Adelanteque busca? La película 7 Cajas, rodada in situ, capta perfectamente el ambiente de este pintoresco mercado.

Es el actual palacio presidencial y sede del gobierno. Construido en 1857, el edificio estaba destinado a ser la residencia de Francisco Solano López, pero estalló la guerra y fue bombardeado por las fuerzas de la Triple Alianza. Restaurado en 1894, es la obra arquitectónica más imponente de Asunción. Inspirada en la arquitectura neoclásica, su construcción fue dirigida por el arquitecto inglés Alonso Taylor, mientras que artistas europeos como el pintor Julio Mornet trabajaron en la decoración interior. La fachada principal da al río.

Este vasto espacio verde de 25 hectáreas está ubicado entre Asunción y Luque, en el camino al aeropuerto. Cuenta con 5 km de pistas en buen estado, donde se puede caminar, correr, andar en bicicleta; campos deportivos (fútbol, baloncesto, voleibol, tenis), así como dos lagos artificiales para relajarse o meditar. Nada extraordinario, pero agradable, y sin problemas de seguridad. Un bonito patio de recreo para los expatriados, para hacer ejercicio o para ir a pasear con la familia. El 12 de julio de 2015, el Papa Francisco dio una misa aquí ante más de un millón de fieles.

Detrás del puerto, en una de las siete lomas de Asunción, se encuentra el barrio más antiguo de la capital. Las estrechas calles de la loma sufrieron una gran metamorfosis en 2012. Las casas y las escaleritas se pintaron de colores vivos, se instalaron cafés bohemios... pero la fiebre no duró mucho, y "SanGer" fue abandonado poco a poco por los visitantes. No obstante, la zona conserva un agradable aire de pueblo y ofrece magníficas vistas sobre la bahía y el centro histórico.

La zona alrededor de la Bahía de Asunción se ha desarrollado para aliviar la congestión del tráfico y proporcionar un espacio de desvío para los habitantes. Desde 2013, una playa de arena artificial y áreas para caminar, correr, patinar y montar en bicicleta están disponibles. Alquiler de kayaks y botes a pedal y excursiones en pequeños botes. Agradable al atardecer. La Costanera está iluminada de noche y es segura, pero evítela a finales de la semana (chabolas cercanas). Desafortunadamente no podemos nadar debido a la contaminación, muy mal. Bonita vista del Palacio de López.

La Plaza de los Desaparecidos, junto al palacio presidencial, rinde homenaje a los fallecidos durante la larga dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989). Cuenta con una escultura de Carlos Colombino, que representa a Stroessner aplastado entre dos bloques de hormigón. La efigie del general se encontraba originalmente en el Cerro Lambaré. Se construyó en la década de 1980, durante la dictadura. Colombino la recortó y la transformó para que nunca se olvidara aquella época.

El Panteón Nacional fue originalmente una capilla dedicada a la Virgen de la Asunción. Inspirado en el Hôtel des Invalides de París, su construcción comenzó en 1863 bajo la dirección del arquitecto Alissandro Ravizza. No se terminó hasta 1936, tras la Guerra del Chaco. En el interior del mausoleo reposan los restos de los grandes hombres de la historia paraguaya, el soldado desconocido y los niños mártires de Acosta Ñu. Aquí se celebra una gran fiesta el^{1 de} marzo (Día de los Héroes). El Panteón es el punto de partida de las distintas rutas por Paraguay.

Este inmenso cementerio es un lugar emblemático de Asunción. Podrá sumergirse en la historia del país paseando entre las tumbas y mausoleos de personajes ilustres (presidentes, músicos, escritores, etc.). El cementerio se construyó en 1842 en el emplazamiento de un antiguo convento de los franciscanos recoletos, que tuvieron que abandonar el lugar cuando el Dr. Francia abolió las órdenes religiosas. Entre las tumbas famosas se encuentra la de la hija de "Madame Lynch".

Esta plaza arbolada se encuentra frente a la antigua estación central. La Plaza San Francisco fue rebautizada Uruguaya en 1885, en agradecimiento a Uruguay por devolver a Paraguay los trofeos de la Guerra de la Triple Alianza. En el centro hay una estatua de José Gervasio Artigas, padre de la independencia uruguaya, que vivió exiliado en Paraguay de 1820 a 1850. Es un lugar tranquilo, perfecto para tomar un tereré a la sombra o relajarse con un libro (en la plaza hay dos librerías de arquitectura sorprendente). A veces se celebran aquí conciertos de música clásica.

El puerto fluvial de Asunción es uno de los más antiguos del continente. Situado frente a la bahía de Asunción, a dos pasos del Palacio de López y de los soportales de La Recova, ha desempeñado durante mucho tiempo un papel importante en el movimiento de mercancías hacia y desde la capital. Abandonada hace algunos años, con el traslado de sus principales actividades a los puertos de Villeta y Pilar, sus viejas grúas oxidadas le confieren un encantador ambiente de antaño. El histórico edificio central de la aduana ha sido objeto de una profunda restauración en los últimos años, y desde 2024 acoge exposiciones culturales temporales. Toda la zona se está revitalizando, y el puerto podría volver a ser pronto una verdadera atracción comercial y turística... Al pie de la calle Montevideo, se puede embarcar en un pequeño y pintoresco barco llamado tucú tucú, que tarda unos 20 minutos en llegar al pueblo de Chaco'í ("Pequeño Chaco"), al otro lado del río Paraguay, para disfrutar de una hermosa vista de Asunción (salidas cada 30 minutos de 6:00 a 19:00). También es posible realizar viajes más largos por el río con agencias. Guyra Paraguay, por ejemplo, organiza excursiones ornitológicas a la bahía de Asunción, una importante zona de aves reconocida por Birdlife International. La bahía, situada en la frontera entre las regiones oriental y occidental del país, alberga alrededor de un tercio de las especies de aves del país.

El punto más alto del área metropolitana (139 m) está al sur de Asunción, cerca de las barriadas del Bañado Sur, por lo que hay que tener cuidado si se va por libre. La vista desde el mirador es magnífica y muestra la vegetación de la ciudad. Un monumento rinde homenaje al cacique Lambaré, líder de la resistencia guaraní en la época de la Conquista. La montaña, antiguamente conocida como Avamba'e, era un lugar sagrado para los guaraníes, ya que allí se reunían los sabios para comunicarse con Tupã, el Dios creador del Universo.

El corazón histórico de la capital está formado por un conjunto de cuatro plazas arboladas, unidas por las avenidas Palma, Oliva, Chile e Independencia. Estas plazas son: la Plaza de los Héroes, donde se encuentra el Panteón; la Plaza Juan E. O'Leary, donde estuvo el mercado municipal (Mercado Guasú) hasta 1913; la Plaza de la Democracia, que acoge actos políticos y culturales; y la Plaza de la Libertad, apodada la "Plaza de los Hippies", sede de un pequeño mercado de artesanía y de varias empresas itinerantes de alquiler de tererés.

El museo, fundado en 1929, lleva el nombre del fundador de la Cruz Roja Paraguaya, que trabajó intensamente en comunidades indígenas de todo el país. Alberga la mayor colección etnográfica de Paraguay, con más de 3.000 piezas de diferentes poblaciones indígenas (urnas funerarias, utensilios de cocina, adornos de plumas, ropa, hamacas, armas, etc.), así como algunas fotografías de gran calidad. El museo también cuenta con una biblioteca especializada en antropología.

Este hermoso espacio fue creado en 1979 por varios artistas, principalmente Carlos Colombino (1937-2013), famoso artista visual, arquitecto y escritor. Las colecciones permanentes y temporales expresan las diferentes expresiones visuales de Paraguay e Iberoamérica. Si hay que visitar un solo museo en Paraguay, ¡es éste! Las obras son ricas y variadas, y las instalaciones bastante agradables. La primera colección, la del Museo del Barro, está dedicada al arte popular paraguayo que se remonta al siglo ^XVII. Contiene más de 4.000 piezas, desde cerámicas a esculturas de madera de reducciones jesuíticas y franciscanas, pasando por tejidos, encajes (ñandutí) y orfebrería. También presenta cerámicas precolombinas de todo el continente. La colección del Museo de Arte Indígena, por su parte, muestra la riqueza artística de los distintos grupos indígenas de Paraguay. Se exponen más de 1.750 piezas, entre cerámicas, esculturas, trajes ceremoniales, máscaras y cestas. Por último, la colección del Museo Paraguayo de Arte Contemporáneo incluye más de 3.000 pinturas, dibujos, grabados, instalaciones y esculturas de artistas nacionales, de otros países latinoamericanos y de España. En la entrada hay una tienda de artesanía de calidad y una librería con libros de arte.

Justo al lado de la catedral, este pequeño museo lleva el nombre de un ilustre arzobispo, que había reunido una fina colección de esculturas franciscanas y jesuitas y muchos objetos de arte sacro. También hay una sala dedicada a la Independencia de Paraguay y a la Guerra de la Triple Alianza. El héroe de la independencia Pedro Juan Caballero fue encarcelado aquí bajo el gobierno del Dr. Francia, después de un intento de conspiración. Se suicidó en su celda en 1821.

Esta inmensa plaza parece completamente abandonada. A menudo está ocupada por campamentos de familias indigentes (campesinos sin tierra, indígenas o desplazados de los bañados, barrios regularmente inundados por el río). El lugar, más llamativo que realmente peligroso, muestra una cara muy triste de Paraguay, ¡a dos pasos del Congreso y del palacio presidencial! La plaza está enmarcada por la catedral y el edificio de ladrillo de la Universidad Católica al este; la oficina central de correos y la jefatura de policía (un edificio con columnas que data de 1854) al sur; el Cabildo y el barrio de la Chacarita al norte; y finalmente el Congreso al oeste. Frente al Cabildo, estatua de Juan Salazar de Espinoza, fundador de Asunción (15 de agosto de 1537). Hacia el Congreso, la escultura en forma de tronco de árbol de Hermann Guggiari rinde homenaje a la "Madre de Ciudades". Al norte del Congreso, una estatua del Mariscal López a caballo, rodeada por los cañones de la Guerra de la Triple Alianza. La plaza es conocida como la Plaza del Marzo Paraguayo, porque fue aquí donde, el 23 de marzo de 1999, tuvo lugar una gran manifestación ciudadana en defensa de la justicia y la democracia, en respuesta al asesinato político del Vicepresidente de la República, Luis María Argaña. La manifestación acabó en un baño de sangre, con 8 muertos y 700 heridos, al caer los manifestantes ante los francotiradores disparados por el ex general Lino Oviedo (situado en lo alto del edificio donde se alza una gran valla publicitaria en el tejado).

Este museo es un espacio para la reflexión y el recuerdo, un homenaje a las víctimas de la dictadura del general Stroessner (1954-1989). Fue creado por iniciativa de la Fundación Celestina Pérez de Almada, diez años después de que el juez José Agustín Fernández y el abogado y defensor de los derechos humanos Martín Almada descubrieran, en diciembre de 1992, los "Archivos del Terror" en una comisaría de Lambaré. Estos archivos contienen los nombres de más de 400.000 personas encarceladas por los servicios secretos de Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay en el marco de la Operación Cóndor puesta en marcha por Estados Unidos. La fundación lleva el nombre de la esposa de Martín Almada, que murió en 1974 a consecuencia de las torturas psicológicas infligidas por la policía política mientras su marido estaba en prisión. El museo está instalado en el edificio de la antigua Dirección Nacional de Asuntos Técnicos ("La Técnica"), que ocultaba un centro de detención donde, durante más de 30 años, se torturó a miles de personas sospechosas de ser "subversivas" o "comunistas"... en realidad, a cualquier sospechoso de tener pensamientos o conductas progresistas. Fotografías de los desaparecidos, celdas (9 m² para 10 personas) e instrumentos de tortura, cada cual más horripilante, como la picana, una aguja eléctrica, o la pileta, una bañera en la que la víctima, atada con alambre de espino, era retenida hasta la asfixia... Se puede solicitar un documental de 40 minutos, Informe final.

Fue aquí donde Pedro Juan Caballero, Francisco Bogarín, Fulgencio Yegros, Fernando de la Mora y Gaspar Rodríquez de Francia celebraron sus reuniones secretas. Al amanecer del 15 de mayo de 1811, estos últimos salieron por elcallejón de la parte trasera de la casa para derrocar al gobernador español en su residencia, marcando así la independencia de Paraguay. La casa colonial (paredes de adobe, techo de palma, patio) data de 1772. El museo expone valiosos muebles coloniales, pinturas y objetos de la época.

El Museo de Arte Sacro está instalado en una hermosa casa de principios del ^siglo XX, Villa Lina. Fue fundado por Nicolás Darío Latourette Bo, destacada figura cultural que desempeñó un importante papel en la conservación de la Casa de la Independencia. Su colección privada, aquí expuesta, consta de un centenar de esculturas religiosas de los siglos ^XVII y ^XVIII, creadas en las misiones jesuíticas y franciscanas. Estas reliquias de estilo barroco, conservadas pero no restauradas (los colores son originales), tienen un gran valor histórico.