Brest está situada en el extremo occidental de Francia. Situada en la punta del Finisterre, en Bretaña, esta ciudad de tumultuosa historia tiene magníficas joyas por descubrir Esta guía de viaje de B rest le llevará por una ciudad dinámica, conocida por su excepcional patrimonio marítimo y su auténtica cultura bretona
En el corazón de Brest, el puerto es una visita obligada. Corazón de la ciudad, es testigo de la historia marítima de Brest, desde los buques de guerra hasta los grandes veleros. Es aquí donde tiene lugar el impresionante encuentro marítimo, las Fiestas Marítimas de B rest, que atraen a visitantes de todo el mundo.
ElCastillo de B rest es una fortaleza milenaria que domina el puerto y alberga el Museo Nacional de la Marina. Este lugar histórico le llevará por un fascinante viaje a través de la historia naval francesa. ¿Ha oído hablar deOcéanopolis? Este parque oceanográfico, único en Europa, fascina a grandes y pequeños con sus acuarios y exposiciones sobre la vida marina.
El centro de Brest fue reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial. La ciudad fue duramente bombardeada por las fuerzas aliadas. Fue durante los desembarcos que liberaron a Francia del yugo nazi. Hoy es una animada mezcla de arquitectura moderna y calles bulliciosas. Una gran variedad de boutiques satisfará sus deseos de compras y le traerá recuerdos. Pasee por la calle más antigua de Brest para hacer un viaje en el tiempo (1690). El centro de la ciudad y la rue de Siam son ideales para soñar despierto y tomar un café. Por último, los restaurantes y bistrós le dan la bienvenida en sus cálidos y acogedores hogares. La cocina bretona es otro de los puntos fuertes de Brest. Las creperías locales sirven deliciosas galettes y crêpes, acompañadas de sidra bretona: ¡una visita obligada!
Los alrededores de Brest también tienen mucho que ofrecer. La punta Saint-Mathieu es un paraje natural sublime con su abadía en ruinas y su faro. Sus paisajes costeros son impresionantes. El Parque Natural Regional de Armorique, en plena naturaleza, le espera para un momento de relajación absoluta.
¿Le apetece sorprenderse? Comience con un paseo por elCours Dajot, una magnífica explanada con una vista impresionante del puerto. El puerto comercial y deportivo es el corazón palpitante de la ciudad. Siéntese en una de las terrazas y disfrute de la vida marítima Un paseo por las orillas del Penfeld y por elpuente de la Recouvrance es imprescindible para sentir la esencia de Brest. No se pierda el teleférico urbano para contemplar la ciudad a vista de pájaro.
Los Ateliers des Capucins son un antiguo emplazamiento industrial reconvertido en lugar cultural y de encuentro. El Museo Nacional de la Marina, situado en el castillo de Brest, es una visita obligada para los amantes de la historia marítima, al igual que los demás museos de la ciudad. Para un momento de tranquilidad, el Vallon du Stang-Alar es un paraje verde con magníficas cascadas. La Route des Phares (Ruta de los Faros ) que rodea Brest ofrece un paisaje marítimo espectacular. El Puerto de Maison Blanche es otro lugar que no debe perderse. Por último, no dude en hacer una excursión a una de las islas bretonas
La guía turística de Brest es un recurso imprescindible que le revelará los mejores alojamientos, lugares donde comer y sitios emblemáticos que visitar Haga las maletas