Monumentos a visitar Cárpatos

Construido en 1325, este castillo gótico fortificado está situado frente al castillo de Czorsztyn. Los interiores son de poco interés, pero desde su terraza superior hay una vista soberbia sobre el Parque Nacional de Pieniny, el lago artificial y su presa, y las ruinas del castillo de Czorsztyn. A la entrada del castillo de Niedzica, un cartel advierte del peligro de los fantasmas... Este castillo medieval sirvió de plató para el rodaje de la serie The Witcher.

Al fondo de la calle Krupówki, tras el cruce con la calle Kościeliska, se encuentra el gran mercado de Zakopane. Miel, zumos y mermeladas de frutas, objetos de madera, jerseys, mitones y gorros de lana y, sobre todo, el famoso queso de oveja oscypek. Otro mercado que merece la pena visitar es el de Nowy Targ, a unos veinte kilómetros al norte de Zakopane. Dos veces por semana, los jueves y los sábados, desde 1487, los comerciantes se reúnen en la plaza Targowy, al este de la Rynek, para vender las especialidades de la región a precios más que razonables.

La joya arquitectónica que fue el Dworek Gościnny cuando se fundó en 1884 vuelve a brillar. Destruido en un incendio en 1962, el Grupo Thermaleo lo reconstruyó sobre sus cimientos originales. El exterior es una obra de respeto a la calidad de la arquitectura y a la destreza del pasado, reconstruida a partir de los recuerdos de los lugareños: no había fotografías del interior.

A saber: por la noche, el Jazz Bar del Dworek Gościnny es un lugar insólito para escuchar música en directo y disfrutar de un buen whisky.

Construida en el siglo XVIII, esta torre barroca ofrece una hermosa vista de la ciudad. Alberga el Museo de Campanas y Gaitas (Muzeum Dzwonów i Fajek) que, en siete plantas, presenta dos tipos de oficios tradicionales aún activos en Przemyśl: las campanas y las gaitas. La colección de campanas abarca los siglos XVII a XX e incluye la antigua campana del Ayuntamiento de 1740. Los tubos más antiguos datan del siglo XVII.

Construido en el siglo XIV en el norte de la ciudad, este edificio, que albergaba a los monarcas polacos durante sus visitas a la región, fue desgraciadamente destruido por un incendio en 1616, y hoy sólo queda la Torre Kowalska (Baszta Kowalska). El castillo fue ocupado por las autoridades austriacas como cuartel y luego como prisión. Fue parcialmente renovado tras la independencia de Polonia y se convirtió en un museo de la región, y durante la ocupación alemana se convirtió en cuartel militar y depósito de armas.

Originalmente una pequeña fortaleza de madera que la tradición asocia con un valiente caballero cruzado polaco, su versión en piedra se remonta a un proyecto de Casimiro el Grande (de nuevo) en el siglo XIII. Fue escenario de varios conflictos y participó en muchas batallas antes de caer en la ruina tras un incendio en 1790. El castillo sigue siendo restaurado y está abierto al público desde 1996. La visita merece especialmente la pena por el magnífico panorama que ofrece una vista del lago de abajo, así como de los Tatras y los Pieniny.

Este hermoso castillo, que combina con acierto la arquitectura gótica, renacentista y barroca, es una antigua residencia de las familias Kmita y Lubomirski, la alta nobleza de Pequeña Polonia. Hoy en día es una mezcla armoniosa de arquitectura militar y residencial. El paisaje natural de bosques y colinas contribuye a la encantadora silueta del castillo. El castillo alberga una exposición sobre su historia.