Los mejores restaurantes Barbados

No muy lejos de la playa de Rockley, este encantador bistró lo tiene todo: un aspecto minimalista inspirado en el mar, una bonita terraza a la sombra, proximidad a la playa y, sobre todo, un buen surtido de platos que van desde las ensaladas a los postres. Encontrará su versión de la tarta de macarrones (aquí rebautizada como Skillet Mac'N'Cheese), jarrete de cordero estofado con puré de boniato, pero lo mejor son sus baos (con pollo frito, pulled pork, pescado o verduras) servidos con patatas fritas frescas. Tan sustanciosos que son una comida en sí mismos.

Situado en el Boardwalk, Tapas se ha convertido en un imprescindible de Barbados. No se deje engañar por el nombre: el restaurante está regentado por dos italianos, Alfredo Giovine (el encantador anfitrión) y Franco Parisi (el chef). La decoración es minimalista, con una impresionante vista del mar casi a sus pies. En la carta, tapas para compartir, especialidades bajanesas revisitadas (pastel de pescado al estilo tailandés, mahi mahi con salsa bajanesa) y cocina del mundo finamente ejecutada con un toque italiano. Además, la carta de vinos no tiene desperdicio. Una dirección estupenda

¡Uno de los lugares con más estilo de Speightstown! Situado en un antiguo almacén bellamente renovado, este restaurante pone al local en el centro de todo, y no sólo de la mesa. Es más, cuando entras, es a través de su pequeña tienda por donde pasan las cosas, así que puedes llevarte a casa unos cuantos souvenirs gourmet (miel, salsa, ron). A continuación, se pasa a la cafetería del restaurante, donde se puede disfrutar del magnífico bar y de la terraza con vistas al mar Caribe. La cocina es inventiva (pollo frito con kasava, salsa barbacoa de sandía), con ingredientes procedentes de productores locales y ecológicos.

Este bonito bistró estilo casa de playa es uno de los lugares favoritos de los barbadenses. En pleno centro de la ciudad, con una bonita terraza con vistas al mar, es el lugar ideal para (desayunar), cenar al atardecer o tomar el brunch del domingo. Con un montón de pizzas, platos sanos (bowls, veganos), baguettes rellenas, platos del día (aún recordamos una ensalada de calabaza asada con zumaque) y dulces, ¡te quedarás lleno! Nick (y sus gatos) te darán una calurosa bienvenida.

Una dirección legendaria, regentada durante 50 años por Clement Armstrong, de 88 años y un pozo de conocimientos sobre la historia de Speightstown. Construido contra la muralla de un antiguo fuerte británico (Fort Coconut), el lugar ha ido creciendo poco a poco, y es fácil ver por qué. Hasta la decoración, con sus flores de imitación y su dosel de tela similar a la de los cocoteros. Frecuentado por lugareños y turistas, el ambiente es siempre animado y, sobre todo, la cocina típicamente criolla es deliciosa y asequible. ¡Es el lugar perfecto para probar su primer Cou Cou!