El "milagro kirguiso

Se puede decir que la producción cinematográfica kirguisa, a pesar de algunas producciones mínimas, se remonta a la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en ese momento, los estudios de cine de Moscú se trasladaron en parte a Bishkek. Sin embargo, el cine kirguís adquiere una enorme importancia en el nacimiento del "Milagro Kirguís", a principios de los años 60. Este término se refiere a la primera generación de cineastas de la República Soviética de Kirguistán: Bolotbek Shashiev, Tolomush Okeev y Melis Oubukeev. El primero, Shamchiev, hizo su debut cinematográfico como actor, interpretando el papel principal en Hot Heat (1963) de Larissa Chepitko. En 1966, Shamchiev dirigió su primer corto documental Manastchi. Este director dejó sin duda alguna su huella en la cultura de Asia Central con la adaptación de cuentos del escritor kirguís Tchinguiz Aïtmatov. Es el caso de la película El barco blanco (1975), que se presentó en el Festival de Cannes en 1975. El estilo del director Tolomush Okeev se caracteriza por su realismo y su búsqueda de la belleza formal. Su película " El cielo de nuestra infancia " (1967) es considerada uno de los grandes clásicos kirguises del séptimo arte. En cuanto a Mélis Ouboukeev, estrenó el cortometraje documental The Mountain River (1960), que da testimonio del lenguaje de la joven generación.

Hoy en día

Antes de los años 90, el cine kirguís era una pequeña parte del cine ruso y soviético. Las producciones kirguisas pueden distinguirse por el idioma de las películas en cuestión o simplemente por la nacionalidad de los directores. En 1991, con la independencia de la República, la industria cinematográfica kirguisa experimentó grandes dificultades de transición. Desde finales de los años 90, Aktan Arym Kubat es uno de los pocos directores kirguises que se ha hecho un hueco en el cine internacional. Ha dirigido El ladrón de la luz (2011) y Centauro (2016). La primera obra, presentada en la Quincena de los Directores en Cannes, cuenta la historia de un electricista que ayuda a los habitantes desfavorecidos de un pueblo perdido en Kirguistán, mientras que Centauro tiende a ilustrar una cierta libertad en el país, a través de la historia de un trabajador que roba caballos. También debemos mencionar al director Ernest Abdyjaparov (también co-guionista de Centauro ) y su película Boz Salkin (2007), cuya trama se basa en la costumbre tradicional de Ala Kachuu llamada " el robo de la novia". Según el director, la película es tan popular en Kirguistán que el 20% de las niñas que nacen ese año llevan el nombre del personaje principal: Asema.