La exuberante vegetación de Trinidad
La humedad y el calor que reinan en Trinidad son la garantía de una exuberancia propia de las islas del Arco Caribe. Con diferentes especies que se turnan para florecer, estará constantemente rodeado de un mundo de color inigualable. Se han registrado más de 2.500 especies de plantas en la isla, ¡y los aficionados a la botánica no quedarán decepcionados! Helechos gigantes bordean los caminos, salpicados de orquídeas a menudo endémicas, como la multicolor orquídea mariposa. En Trinidad se han registrado más de 700 especies de orquídeas, desde las más pequeñas, con flores de apenas unos milímetros, hasta las más grandes, como la orquídea casco, que puede tener flores de más de 20 cm de diámetro, un festín casi permanente para los ojos.
Especies endémicas. Las familias de plantas más comunes son los helechos, las orquídeas, las leguminosas, las juncias, las rubiáceas y las euforbiáceas. Cada una de estas familias incluye más de 80 especies diferentes. Entre los árboles con las floraciones más bellas se encuentran el poui, un majestuoso árbol cubierto de hermosas flores amarillas en abril, y los numerosos árboles flamboyanes que bordean las carreteras de la isla. Entre los árboles más imponentes del bosque primario están el crappo, el guatecare y el "árbol bala de cañón", con sus grandes flores rojas, la madera de cano, el kapok del que se extraía la tapicería de los asientos de los coches antes de la llegada de las espumas sintéticas y el banyan, un árbol del género ficus, sagrado para los hindúes.
Especies importadas. Las diversas conquistas de Trinidad fueron acompañadas, por supuesto, de la introducción de especies no endémicas de la isla, que hoy se encuentran en todo el territorio. Una de las primeras especies introducidas fue el cacaotero, que llegó hace más de 200 años por razones obvias de producción. El cafeto le siguió hace unos cien años, al mismo tiempo que la teca, buscada por su noble madera. El cocotero, el plátano y el árbol del pan, que hoy parecen tan omnipresentes, llegaron de Asia durante el siglo pasado, al igual que el naranjo, el limonero y otros cítricos.
El bosque primario de Tobago
Hace más de 5.000 años, la flora de Tobago estaba formada por cuatro tipos distintos de vegetación. Los humedales estaban cubiertos de manglares. Las costas estaban cubiertas de bosques. La vegetación estacional cubría los valles y colinas hasta media ladera. La selva virgen cubría la parte alta de la cordillera de la isla. Este bosque primario, el más antiguo del Caribe, tiene todas las características de los bosques tropicales primarios que aún existen en Sudamérica, África Central e incluso Indonesia. Está dividido en cinco niveles distintos, cada uno de los cuales alberga diversas especies animales.
El primer nivel está formado por las copas de árboles muy grandes que emergen del bosque, como la majestuosa ceiba, que puede alcanzar más de 50 m sobre el suelo. Su envergadura puede alcanzar los 80 m, lo que lo convierte en uno de los árboles más altos del bosque.
Unos metros más abajo, las copas de una gran variedad de árboles, que alcanzan alturas de entre 30 y 40 m, forman un apretado dosel del que escapan los árboles del primer nivel, como grandes velas que protegen el bosque. Este dosel es rico en plantas epífitas (producen su propio alimento por fotosíntesis), así como en orquídeas y bromeliáceas multicolores, y en un néctar que encanta a los pájaros.
El tercer nivel del bosque se encuentra a unos 20 m sobre el nivel del suelo y está formado por árboles más pequeños y juveniles de las especies más grandes. Suele estar habitado por monos aulladores, que marcan los amaneceres y atardeceres con su inolvidable grito.
Arbustos de todo tipo forman el cuarto nivel, justo por encima del nivel del suelo, que está invadido por plantas rastreras y trepadoras que requieren un machete ("coutlass") para abrir camino.
Hasta el siglo XVIII, los colonos desbrozaron gran parte de la isla, sobre todo en la costa y en los innumerables valles de este pequeño país, principalmente para cultivar caña de azúcar. Cuando los británicos tomaron el control de la isla a mediados del siglo XVIII, el desmonte se aceleró hasta tal punto que amenazó no sólo la selva tropical sino, por efecto dominó, todo el ecosistema de la isla. Atacar la selva tropical significaba correr el riesgo de desecar toda la isla y verla convertida en una roca inservible para la humanidad. En 1764, al darse cuenta de este riesgo, el Gobernador británico declaró la selva tropical de Tobago Reserva de la Corona Británica, y de facto se convirtió en el parque natural más antiguo del planeta.
Animales de Trinidad y Tobago
La fauna de Trinidad y Tobago es diferente de la de otras islas caribeñas. Su singularidad se debe a que, hace millones de años, estas dos islas estaban unidas a Sudamérica, y los antepasados de muchos animales de Venezuela pasaron por ese puente. Hay unas 100 especies de mamíferos y 90 de reptiles, incluidos cinco tipos de tortugas marinas. Hay 50 especies de peces de agua dulce, 30 de anfibios y 950 de peces marinos que viven en las aguas de Trinidad y Tobago y sus islas menores. Algunas de estas especies son endémicas.
Como Trinidad y Tobago son dos islas, tienen dos animales nacionales. El símbolo nacional de Trinidad es el ibis escarlata, y el de Tobago, el "cocrico", también conocido como "chacalaca", una gallina faisán salvaje de cola roja. Ambas aves figuran en el escudo del país.
Dondequiera que se encuentre, cerca del bosque en Trinidad y Tobago, puede tener la suerte de cruzarse con un agutí, un gran roedor del tamaño de un conejo, muy apreciado por su carne y que aún hoy se caza. Los ciervos también están presentes pero son raros de observar, al igual que los bonitos ocelotes, grandes felinos salvajes moteados que cazan en los árboles.
Por último, no hay que olvidar los animales marinos, los más grandes de los cuales, tiburones ballena y mantarrayas, acuden a darse un festín con el plancton que llena las aguas del Orinoco, que fluyen hasta el norte de Tobago, para deleite de buceadores de todo el mundo.
