Brinquinho © amnat30 - shutterstock.com.jpg
Musiciens et danseurs folkloriques à la fête des fleurs de Funchal © amnat30 - shutterstock.com.jpg

Música tradicional

Además de mantener los oídos abiertos en las calles de Funchal, no hay mejor manera de descubrir la música folclórica y tradicional del archipiélago que escuchando Xarabanda. Fundado en 1981, el grupo tiene un objetivo casi etnomusicológico: la recopilación, preservación, reinterpretación y difusión de las tradiciones musicales de Madeira. Sus composiciones ofrecen un panorama inédito del patrimonio musical del archipiélago, especialmente su primer álbum Tocares e cantares tradicional da Madeira. Sus discos son también una oportunidad para escuchar todos los instrumentos típicos de la isla, empezando por la braguinha (o machete), una pequeña guitarra antecesora del ukelele, y el brinquinho. Este último es un instrumento de percusión especialmente curioso, una especie de primo de la pandereta. Adopta la forma de un árbol de muñecos folclóricos en miniatura que sostienen castañuelas y campanas, y que se accionan con movimientos verticales. No es raro encontrar violas de nueve cuerdas, acordeones, tambores o triángulos en las orquestas folclóricas.

Mientras que algunas tradiciones se pierden inexorablemente, otras consiguen sobrevivir (de nuevo, gracias a la ayuda de Xarabanda). Existen diferentes tipos de canciones tradicionales, que en realidad no fueron inventadas por los madeirenses, sino adaptadas a partir de las múltiples influencias que el archipiélago ha experimentado a lo largo de los siglos: la charamba, parcialmente improvisada -posiblemente de origen árabe y antaño tan poco practicada que estuvo a punto de extinguirse-, así como la mourisca y el bailinho cantados y bailados. También están las canciones de trabajo agrícola, antaño muy comunes, pero que ahora están desapareciendo.

La música tradicional está en todas partes en Madeira: en casa, en las fiestas, en cada esquina. Y si algunos eventos están dedicados a ella -como el Festival Regional de Folclore de Santana y sus 48 horas de fiesta-, también marca el ritmo de la mayoría de los grandes eventos y festividades diversas. Por ejemplo, es seguro que se escucharán muy buenas bandas en la Fiesta de las Flores de Funchal, uno de los principales acontecimientos del archipiélago y una verdadera fiesta de colores y perfumes, en la Feira Da Cana de Açucar, la feria anual de la caña de azúcar que se celebra en el pueblo de Canhas, y en las muy populares Fiestas de San Juan, el Festival Raíces Atlánticas, un bello evento dedicado a las músicas del mundo y tradicionales, así como el Festival de Música de Madeira, que tiene lugar en algunos de los más bellos escenarios de la capital(Teatro Municipal Baltazar Dias, Iglesia del Colegio, Convento de SantaClara..). También destaca el Centro Cultural John Dos Passos de Ponto do Sol, sede de grupos folclóricos y de la banda municipal.

Fado

Aunque alejada del continente, Madeira es una auténtica región portuguesa en la que, como en el resto del país, se escucha e interpreta el fado. Originario de las metrópolis portuguesas -sobre todo de Lisboa y Coimbra-, el fado expresa ese sentimiento exclusivamente portugués conocido como saudade. Impregnado de melancolía, nostalgia y esperanza (la esencia de la saudade), el fado se ha hecho un hueco en Madeira, adaptándose al alma del lugar. Un gran intérprete del fado de Madeira es Maximiano de Sousa (1918-1980). Se hizo famoso como Max y fue uno de los cantantes de fado más populares desde los años 40 hasta hoy en todo el mundo lusófono.

Si la serendipia es a menudo la mejor guía para encontrar el fado (como en Lisboa), el restaurante Sabor A Fado se ha especializado en programarlo (como su nombre indica). Enclavada en el casco antiguo de Funchal, esta casa familiar acoge a artistas residentes, invitados e incluso a algunas promesas.

Música clásica

Dejando a un lado la herencia portuguesa, en Madeira no existe una tradición musical propia. Dicho esto, es importante mencionar una gran figura vinculada a la isla: Pedro Camacho (1979). Compositor contemporáneo de música clásica y religiosa, así como de música para películas y videojuegos, Pedro Camacho es conocido por su Réquiem a Inés de Castro y su banda sonora para el juego Star Citizen. Nacido en Funchal, este talentoso músico es una de las figuras portuguesas más seguidas de la música erudita y uno de los pocos grandes nombres madeirenses de la música contemporánea.

Al igual que la estética de Camacho, Madeira ofrece un evento que nunca se esperaría encontrar en un archipiélago de este tamaño: el Madeiradig. Este festival internacional de artes digitales, que se celebra en Calheta desde 2004, reúne lo mejor de los artistas de renombre internacional en el ámbito de la música electrónica, académica, contemporánea y de vanguardia. Un trocito de futuro en un paisaje paradisíaco.

La danza

Las danzas folclóricas de Madeira evocan diferentes episodios de su historia. Algunas, como la danza de la Punta do Sol, simbolizan la época de la esclavitud. Otros, más alegres, recuerdan la época de la vendimia, como el Baile Pesado, en el que los bailarines mimetizan en sus movimientos el pisado de la uva o el transporte de los sacos. El más conocido es, sin duda, el muy alegre bailinho das camacheiras, un baile de pareja muy popular y de ritmo regular, posiblemente originario del Algarve. Casi igual de extendida, la chamarrita se baila en círculo y tiene un palpable origen morisco. Más rara es la danca de espedas, una danza de espadas de la Ribeira Brava.

Un evento en el que seguro que encontrará bailes folclóricos es el Carnaval de Madeira, una cita obligada en el archipiélago con numerosas comparsas que desfilan por las principales avenidas de Funchal.