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Historia de los cines kosovares

Hay pocos rastros de las primeras películas realizadas en el actual Kosovo. Durante este periodo, y luego bajo el régimen comunista, fue la ciudad de Belgrado la que centralizó la industria cinematográfica de la región, que entonces era exclusivamente en serbio. No fue hasta 1968 cuando se produjo la primera película de ficción en albanés bajo el título Uka i Bjeshkëve të nemura o Uka de las montañas malditas, un fresco que cuenta la historia de Uka, un anciano albanés y su hijo que tuvieron que enfrentarse a los horrores y consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Un año después, las autoridades locales crearon KosovaFilm, una institución de producción cinematográfica regional. Cesó su actividad entre 1990 y 1999 por presión del gobierno yugoslavo, antes de reanudarla tras la retirada de las tropas de ocupación. Hasta la fecha, la agencia, rebautizada como Centro Cinematográfico de Kosovo, ha producido varias docenas de largometrajes, incluidas muchas coproducciones internacionales. Actrices como Arta Dobroshi, protagonista de El silencio de Lorna (2008), de los hermanos Dardenne, o Luàna Bajrami(Retrato de la chica en llamas, El acontecimiento, La colina donde rugen los leones), dan a conocer el nombre de Kosovo en las alfombras rojas europeas.

Una tierra de festivales

Para un país tan joven, es impresionante ver cuántos eventos se han celebrado ya, a pesar de los problemas políticos latentes y la dificultad de obtener subvenciones regulares. Fundado en 2008 tras la independencia y bajo el patrocinio de la actriz británica Vanessa Redgrave(Blow Up, Misión Imposible, Llama a la comadrona), el Festival Internacional de Cine de Pristina, o PriFilmFest, se celebra cada año en la capital en verano. Es una gran oportunidad para conocer a la joven generación de cineastas nacionales y disfrutar de un gran cine. Recientemente, la directora kosovar Blerta Basholli obtuvo dos trofeos con Zgjoi o La colmena, antes de ganar los premios a la mejor película, al mejor director y al público en el prestigioso festival de Sundance. También se celebró el festival Anibar, un evento dedicado al cine de animación y realizado por un colectivo con sede en Peja/Peć, más concretamente en el Kinema Jusuf Gervalla. El equipo defendió este edificio histórico de la demolición cuando estaba amenazado por proyectos de construcción.

Por último, si le interesa más el cine de verdad, debería ir a Prizren para asistir al Dokufest, el festival nacional de documentales y cortometrajes, que se celebra a mediados de agosto. Al igual que Anibar, este evento está dirigido por una asociación de ciudadanos comprometidos. Tiene lugar en el Kino Lumbardhi, un antiguo cine convertido en centro comunitario. Un lugar cultural que refleja el dinamismo de las iniciativas que pueblan el Kosovo actual.